martes, 30 de marzo de 2010

En un mar de nimbos


10.000 metros de altura: nada mejor que disfrutar de un vodka con hielo mientras veo un montón de nubes que se deslizan bajo mis pies… nada mejor que un vodka para acompañar esa sensación de ser el insignificante punto celeste, el escandaloso visitante de ese reino de silencio que en su pesado vuelo de elefante alado aplasta sus dedos contra la ventana con el secreto deseo de tocar las estrellas. 3:00pm – Llegando a Cartagena

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