La Ciudad de Hierro

Ya han pasado un par de dias desde que estúbe recorriendo las metalicas atracciones que por estos días visitan nuestra ciudad: subiendo y bajando por en medio de los olores de la noche... de ese olor a montaña rusa, a manzana acaramelada, a miedo, a "paren esta mierda que me quiero bajar". Que cosa tan rara, los seres humanos somos muy extraños, pagamos 20.000 pesos para que nos sacudan, nos pogan de cabeza y nos aceleren hasta ponernos a gritar y nos queda gustando. Gracias Rubi por sacarme por un momento de mi absurda monotonía. [Suena: Jay McShann - 'Tain't Nobody's Bizness If I Do]

Por ahora dejo este recorte de periódico en el cual se anunciaba el primer parque de atracciones al cual yo asistí a la edad de 4 años.