domingo, 14 de febrero de 2010

Bogotá-INC


Son las 3:47 de la tarde, el sol estalla sobre mi cabeza como una cascada de fuego que me golpea con toda su ira mientras el hielo de mis huesos se resiste a derretirse y en mi alma siento mucho frío… camino por alguna calle del sur de Bogotá intentando ponerle pausa a la demencia de estos días raros y descompuestos… demasiados hospitales, demasiada sangre… demasiada enfermedad… de repente te das cuenta que tienes el olor del cloro, el antiséptico y la sangre pegado al borde de los parpados y no quieres volver a entrar a ninguna clínica… que malparidez tan hijueputa….

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